jueves, 16 de diciembre de 2010

The Sound of Silence



Rebeca Pérez de la Torre.



Quizás si que hay sonido en el silencio. Tal vez existe únicamente en esta videoinstalación de ocho minutos de Alfredo Jaar. El ruido de unos focos y quizás el rumor de tu voz al sobresaltarte cuando éstos se ponen en funcionamiento, sería el sonido del silencio.

Jaar hace un breve repaso a la vida de Kevin Carter, fotógrafo americano que realizó unas de las imágenes más crudas, reflejo de la hambruna de Sudán en los años 90. Captura la imagen de una niña desnutrida bajo la mirada acechante de un buitre; la foto es publicada siendo Carter el centro de atención de los medios. Al no poder contestar a aquellos que le preguntaban insistentemente sobre qué fue lo que pasó con la niña después de ser fotografiada y tras un mes de críticas sobre este hecho, se suicida.

A lo largo de esta proyección toda la información que recibimos es mediante frases que van pasando en secuencias, repitiendo en varias ocasiones de manera muy insistente, el nombre del fotógrafo. Pero Jaar, no ha querido que reflexionemos de nuevo sobre lo que significó y significa la foto en sí - reflejo del hambre, desigualdad, pasividad del individuo frente a los problemas de los países subdesarrollados - sino que sería una reflexión de cómo la sociedad se vuelve cada vez más hipócrita, ya que después de de todas las críticas a su actitud insolidaria hacia la niña, se hace negocio, todavía hoy, con esta imagen. Y Jaar, ¿ ha hecho negocio?, ¿hubiera sido lo mismo realizar Sound of Silence, sin la polémica foto de Kevin Carter?

La fotografía periodística es un documento gráfico, un medio por el cual recibimos, en muchas ocasiones, más información que por cualquier otro medio. Carter presentó la fotografía para dar a conocer la situación de Sudán, con la peculiaridad de que detrás de la cámara no sólo había un reportero, sino que había un gran fotógrafo; Jaar, hace otro uso de ella, y es la de crear con este hecho, una obra de arte, un arte reivindicativo, un arte actual. Dice Walter Benjamín que «la obra de arte se convierte en una imagen con funciones completamente nuevas, de las cuales aquella de que somos conscientes, es decir, la artística, se perfila como la que en el futuro podrá ser considerada marginal.». Sound of Silence sería un claro ejemplo de esto. Jaar dejaría en un segundo plano la función artística, para convertirla en una obra principalmente reivindicativa. No se pretende que el individuo se deleite ante ella, sino que el individuo piense. Jaar justo antes de proyectar la imagen enciende los focos, instalados frente al espectador, provocando desconcierto y sobresalto, oyendo en ese preciso instante el sonido del silencio, y no prestando por lo tanto atención a lo que inmediatamente después se proyecta: la foto. Tal vez, no quiere que ésta se convierta en el centro de atención de la obra y es por ello que desvía nuestra atención en ese momento, a sobreponernos del sobresalto; pero la utiliza.

En una exposición de 1994 titulada Real Pictures, sobre la guerra civil ruandesa, Jaar no muestra ninguna de sus fotos. Entonces ¿porqué aquí si que muestra la foto de Carter? La utiliza quizás, para hacer una crítica a esta sociedad, donde se critica a los demás pero no a uno mismo. No pretende una reflexión únicamente sobre los países subdesarrollados, donde no se puede cambiar la situación, aunque sí mejorarla, como sería el caso de las tres mujeres que presenta Jaar en esta exposición, sino una reflexión sobre los países desarrollados; una reflexión de cómo esta sociedad se comporta ante un hecho como el sucedido a Kevin Carter donde se pasa de la gloria a la desgracia, donde prima la hipocresía y lo falso. Y porqué no, quizá la suya propia…

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