Una ola de información que nos obliga a proceder a la inmersión, la profundización a través de imágenes, de una acumulación y clasificación de contenidos, de procesos discursivos que sabemos derivan en la intención de recrear cierta descripción cultural. Nada más actual, puro zapping.
Si pretendemos llegar al sentido al que esta propuesta responde, el primer impulso es buscar la referencia en su título Atlas el mapa, la estructura sobre la que organizar y clasificar siguiendo un criterio morfológico, conceptual, simbólico y diferenciador, equiparador, definitorio...miles de variables y una constante – estructura en red - . Junto a una referencia esencial, el cómo que nos remite directamente a la metodología, la otra cuestión que se plantea es la de llevar la carga del mundo, a lo que nos asumimos como encargados de reinterpretar y extraer el significado de esta trama de información, que las imágenes como atlantes, traen a colación. Como siguiente elemento de relación se alude al trabajo de Aby Wardburg.
En la búsqueda de una idea general sobre la exposición sólo se puede recurrir a la hermenéutica; Paul Ricoeur propone en su trabajo Essais D´hermenéutique, 1969, que este procedimiento consiste en extraer el -ser en el mundo- que se halla en el discurso y nos propone una hermenéutica del distanciamiento a través de la cual el discurso una vez emitido se aleja de la intención del autor para permitir la apropiación del mismo y su re-elaboración por parte del receptor.
Es necesario recordar que la exposición está impregnada de una intención epistemológica ya que al acercarnos a ella observamos la existencia de una realidad fáctica-demostrable empíricamente, siempre sujeta a una serie de prejuicios o preconcepciones que aportamos desde nuestra cultura, y nos hace conscientes de la realidad simbólica que tenemos que conseguir relacionar de manera efectiva para alcanzar un conocimiento determinado. Para ello, Panofsky propone tres niveles 1. Preiconográfico (a través de la forma aprehendida), 2. Iconográfico ( interprentando y explicando una imagen dentro de una cultura determinada) y 3. Iconológico (establece un inconsciente individual o colectivo).
Si a esto sumamos lo que conocemos de H.G. Gadamer, decidimos adoptar la postura de jugadores dentro de esta trama-puzle-red-móvil documentativo y someternos a los avatares de esta trama a sabiendas que a la vez que formamos parte de ella , ella nos está formando a nosotros. El trabajo de Alberto Giacometti, On ne joue plus, nos avala.
Aunque se nos presenta el Mnemosyne como proyecto inacabado por A. Warburg, percibimos este testamento metodológico, hecho exposición, como un elemento resucitador tanto del propio trabajo de Warburg como del propio inconsciente individual y de la toma de conciencia sobre el colectivo.
Esta obra póstuma tiene la capacidad de revitalizar nuestra cultura y nuestra capacidad cognitiva, a la vez que nos da la libertad de apropiarnos de su método o de cualquier dato para re-elaborar un discurso totalmente subjetivo y actualizable a cada instante, nos surge la duda de si su vigencia se encuentra precisamente en la cuestión de no haberse cerrado...manteniendo la coherencia del proceso abierto.
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